JOSÉ A. DE LA OSA
A nueve años del inicio de la Operación Milagro, Cuba y Venezuela continúan realizando un esfuerzo solidario sin precedentes para dar asistencia gratuita a pacientes con enfermedades oftalmológicas. El balance no puede ser más alentador: desde mediados del 2004 hasta el pasado 10 de mayo se habían beneficiado de estas atenciones dos millones y medio de personas de 34 países de América Latina y del Caribe, incluida Cuba, y también de África.
La política de la Revolución en la salud pública es bien conocida: visión social y vocación irrenunciable de luchar por aliviar el dolor de los más necesitados, entrega sin límites y disposición de compartir, asimismo, el saber científico con los demás, a favor siempre de un mundo donde prevalezca la justicia.
El 5 de julio del 2004, por acuerdo entre el Comandante en Jefe Fidel Castro y el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, comenzó el desarrollo de un programa de cooperación entre ambos pueblos para dar asistencia a pacientes que presentaban afecciones oculares. Tres días después del acuerdo, el 8 de julio, fueron operados los primeros enfermos venezolanos en el Instituto Cubano de Oftalmología Ramón Pando Ferrer, en La Habana. Transcurrido un año, Fidel decide extender el programa a 14 países del Caribe y a partir del 15 de septiembre del 2005 lo amplía a 13 naciones de América Latina. A fin de acercar los servicios de salud a las poblaciones necesitadas se construyeron 60 centros oftalmológicos en 19 países.
Este meritorio empeño, destinado a operar a personas afectadas por ceguera o deficiencia visual corregible, cobra vital importancia si se tiene en cuenta que en el mundo existen 135 millones de impedidos visuales. Además, hay 37 millones de individuos ciegos por causas prevenibles, como la catarata, y de ellos más de un millón y medio son niños menores de 16 años.
Al valorar la labor que viene desarrollando la Operación Milagro, Ralph Everard Gonsalves, Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas, ha afirmado que “es la expresión del humanismo, es un gesto increíble de solidaridad internacionalista, y su impacto en la región ha sido espectacular: las ideas de Fidel en este sentido han sido brillantes, ha entrado en contacto directo con las necesidades del pueblo”.
HISTORIA PARA CONTAR
Integrantes de la Unidad Central de Cooperación Médica, testigos del nacimiento y avances de este programa de atención oftalmológica, narraron a Granma que el punto de partida de esta Operación surge del impulso que comienza a dar Chávez a las Misiones sociales creadas en Venezuela.
Recuerdan que en la Misión Robinson, destinada a la batalla contra el analfabetismo en ese país, se presenta una dificultad que maestros participantes en el programa Yo sí puedo comenzaron a referir. Había muchos alumnos con un gran interés por el estudio que manifestaban problemas para el aprendizaje, sencillamente porque no podían ver, no tenían la agudeza visual necesaria.
Informado del problema, Fidel se interesó por los trastornos oculares que podrían estar afectando la visión de esos estudiantes, y pidió que se investigara el tema para la adopción de las medidas pertinentes. Se constata que el obstáculo radicaba en el padecimiento de catarata, una de las principales causas de ceguera evitable en el mundo, y de pterigio grado IV de muchos de los alumnos.
A las operaciones de catarata no tienen acceso las capas más desposeídas de la población. La cirugía de cada ojo cuesta como promedio, en las clínicas privadas, entre 1 000 y 1 200 dólares.
De los análisis realizados se comenzó a valorar la posibilidad de ofrecer estas atenciones, de forma gratuita, a través de un programa de salud que se inició poco después con pacientes venezolanos. De inmediato viajaron a Cuba los primeros pacientes para ser intervenidos quirúrgicamente en el Pando Ferrer.
El tratamiento de la catarata es quirúrgico y consiste en extraer el cristalino natural opaco y sustituirlo por un lente intraocular artificial cuyo poder de resolución del lente se calcula de forma individual para cada paciente. En estas operaciones se aplican actualmente técnicas microquirúrgicas de pequeñas incisiones, sin sutura (facoemulsificación) que permiten resultados visuales muy satisfactorios y una rápida incorporación del paciente a su vida laboral y social. No es necesario esperar a estar ciego para operar. La cirugía se realiza cuando la pérdida visual afecta las actividades normales del paciente.
¿POR QUÉ “OPERACIÓN MILAGRO”?
El nombre de este programa de salud tiene su historia. Es bueno recordar también que son varios los tipos de cataratas existentes. La más frecuente es la senil o degenerativa que aparece espontáneamente en las personas de la tercera edad. Su prevalencia es del 50 % entre los 65 y 74 años, y del 70 % por encima de los 75 años. Existen otras: las cataratas secundarias a enfermedades sistémicas como la diabetes, la de causa medicamentosa, en pacientes que usan esteroides por periodos prolongados, y la traumática. Asimismo, las congénitas y las que surgen como complicación de otra enfermedad ocular.
Entre los primeros pacientes venezolanos intervenidos quirúrgicamente en el Instituto de Oftalmología estaban un padre y su hijo, el pequeño aquejado de una catarata congénita y su progenitor de la denominada traumática. No fue hasta que se realizó la operación que el papá y su hijo, ambos hasta entonces sin visión, pudieron conocerse. Afirman que cuando le narraron el suceso a Fidel, el Comandante exclamó: “¡Esa operación sí hace el milagro de volver a ver!”
NUEVAS ETAPAS
Con la misma avanzada tecnología montada en el Pando Ferrer e iguales procederes quirúrgicos se equiparon los servicios de Oftalmología en todas las cabeceras provinciales del país para la atención de pacientes cubanos y los procedentes de otras naciones movilizados por la Operación Milagro.
Fue en el año 2007 cuando se decidió, por la importancia y alcance social de este programa de salud, humanista, altruista y solidario, dar un paso importante en esta cooperación y subir un escalón más alto: la creación de centros oftalmológicos en países de nuestra América, en dependencia de la incidencia y prevalencia de las enfermedades oculares, fundamentalmente la catarata, lo que fue acogido con gran beneplácito por las autoridades y el pueblo de esos países.
Este programa de cooperación se desarrolla en la actualidad en 15 países con 69 centros oftalmológicos, en los que se brinda atención a los más humildes y vulnerables de la sociedad. También se realiza la transferencia de tecnología, con formación y capacitación de recursos humanos, que contribuyen a las transformaciones sociales y a la calidad de vida de la población. En esos centros también se ofrecen servicios no quirúrgicos de diversos trastornos oculares.
Analistas y participantes de este programa consideran que nunca antes se desplegó un ejército tan grande para combatir un problema de salud tan invalidante como la catarata. Durante estos años unos 2 000 oftalmólogos y técnicos cubanos, en largas jornadas laborales, con no pocos sacrificios personales y abnegación, alejados de sus familiares y amigos, vienen dejando en la América nuestra, como legado, una huella imborrable de humanismo y solidaridad.
OPERACIÓN MILAGRO – CIRUGÍAS REALIZADAS
2004 – 2013 (hasta el 10 de mayo)
PAÍSES |
2004 |
2005 |
2006 |
2007 |
2008 |
2009 |
2010 |
2011 |
2012 |
2013 |
Total |
Venezuela |
18 845 |
156 604 |
130 481 |
174 071 |
108 775 |
145 685 |
66 779 |
57 004 |
66 411 |
22 592 |
947 247 |
A. Latina |
5 743 |
85 331 |
234 283 |
236 916 |
291 475 |
143 842 |
96 331 |
81 088 |
23 248 |
1 198 257 |
|
Caribe |
10 649 |
13 917 |
16 533 |
16 158 |
26 309 |
9 306 |
6 620 |
6 488 |
2 545 |
108 525 |
|
África |
5 021 |
6 847 |
4 707 |
5 582 |
4 950 |
3 044 |
2 163 |
32 314 |
|||
Cuba |
36 193 |
61 044 |
54 568 |
20 463 |
3 342 |
27 285 |
32 297 |
31 806 |
——– |
266 994 |
|
TOTAL |
18 845 |
209 189 |
290 773 |
484 476 |
389 159 |
471 518 |
252 794 |
197 202 |
183 837 |
50 548 |
2 548 341 |
SABER MÁS · La persona que presenta catarata en una etapa avanzada, por una nubosidad o una zona opaca localizada sobre el cristalino, en general describe su visión con estas palabras: “Es como si se estuviera tratando de ver a través de una cascada”. · La atención a la ceguera prevenible o tratable en Cuba se desarrolla mediante un programa que incluye el tratamiento de catarata, glaucoma, retinopatía diabética, afecciones corneales y retinopatía de la prematuridad. Con la Operación Milagro una cifra importante de pacientes en nuestro país han sido beneficiados con este programa, y en los últimos años ha aumentado significativamente el número de pacientes operados de catarata, los tratados con retinopatía diabética y los trasplantes corneales. · La prevalencia de ceguera en edades pediátricas es hasta diez veces menor que en el adulto. Las principales causas, determinadas en estudios realizados en escuelas para ambliopes y débiles visuales, son la catarata congénita con una incidencia de cien casos nuevos anualmente, la retinopatía de la prematuridad y los defectos refractivos. · La principal causa de ceguera a nivel mundial es la catarata, que es reversible. La segunda causa corresponde al glaucoma. La ceguera ocasionada por esta enfermedad es irreversible al igual que la causada por degeneración macular. · Se estima que diez oftalmólogos por cada millón de habitantes, operando cada uno seis cataratas a la semana, sean suficientes para cubrir las 3 000 cirugías por millón de habitantes requeridas para erradicar la ceguera por esta enfermedad. |
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